Buscar este blog

martes, 14 de diciembre de 2010

Castigo

El castigo

Tibios recuerdos de fines de ciclos acabados,

esas marcas inventadas por los hombres,

seguidos por las mujeres,

confirmadas por los hijos,

los nietos y de éstos sus hijos y sus nietos.

Tanto tiempo pasado que se perdió el significado original,

solo ha quedado la forma, la reunión,

ningún sacrificio.

Pueblo bárbaro que alimenta por una boca con trampa,

lo que alimenta su espíritu ahora vacío,

ahora destinado a llenar con historias y pesares de otros;

vive en un paisaje de cartón y tela

que pintado hábilmente simula

un campo para todos soñado,

de punta a punta fantástico, irreal.

Caliente avistaje de barcos golpeados

por fuertes olas de mares embravecidos

por un clima adverso,

certeros destellos de explosivos

que no matan, forman parte de la película

en la que cada uno se mueve.

Mientras la muerte real y dolorosa

ocurre a pocos pasos,

sin ser vista tras los anteojos oscuros de la indiferencia.

Quema la vista, la memoria, el corazón

saberlo, gritarlo y que nadie escuche,

sordos televisivos, ciegos caminantes de escenarios comerciales,

mudos responsables de las acciones que tomáis día a día.

Daos vuelta y responded,

miraos los pies acharolados y huid,

ha venido a castigar a uno y a otro

el representante tardío,

mensajero de la tierra,

pervertido también invento humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario